La Torre Oscura es la estructura que mantiene unida toda la existencia. Si la Torre cae el universo será tragado por la oscuridad y el fuego. El joven Jake Chambers (Tom Taylor) ha estado teniendo visiones sobre la Torre, y pronto es transportado al desolado reino de Mid-World dónde conoce a Roland (Idris Elba), el último guardián de la Torre Oscura. Pero, Roland se consume por sus ansias de venganza y se centra en la casa del hombre de negro (Matthew McConaughey) en lugar de proteger la torre. ¿Puede Jake ponerlo todo en el camino correcto?

A valorar cualquier tipo de actuación, tiene que haber una voluntad por parte el público de aceptar la película en sus propios términos. Ninguna otra actuación podría ser tan representativa de esto como la Torre Oscura. Es técnicamente una secuela de la saga de fantasía de Stephen King, con algunos  subelementos familiares que los aficionados deberán captar en la medida de que deben ser evaluados dentro del propio contexto de la película.

Dicho esto, la Torre Oscura es una película de acción aceptable. No es para nada decepcionante. La historia de las motivaciones y de los personajes están claramente definidos y desarrollados, los detalles de la película son siempre atractivos y divertidos. Su director Nikolaj Arcel hace su trabajo con mano firme y se las arregla para realizar un film solvente y coherente a pesar de lo difícil de la temática.

Las anclas de la película son sus tres protagonistas, Roland de Idris es apropiadamente estoico a la vez que impresionante, el hombre de negro es un viejo villano al cual puedes o amar u odiar, y por último Chambers, haciendo de Tom Taylor, que nos contagia sus ganas de viajar. Si no fuera por ese trío, la pelicula no podría funcionar en los términos en los que lo hace ahora.

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